aperturas psicoanalíticas

aperturas psicoanalíticas

revista internacional de psicoanálisis

Número 017 2004 Revista Internacional de Psicoanálisis Aperturas

Cómo psicoanalistas y psicoterapeutas cognitivos construyen sus inferencias clínicas. Estudio empírico

Autor: Leibovich, Adela

Palabras clave

Investigacion empirica, Nivel de experiencia clinica, Orientacion cognitiva, Orientacion psicoanalitica, Semejanzas y diferencias en el proceso inferencial cinico.


 

Equipo de investigación: Mag. Constanza Duhalde; Lic. Vanina Huerín; Dr. Andrés Roussos; Lic. Guillermina Rutsztein y Lic. Flavia Torricelli.

 

Resumen 

En este trabajo se presentan resultados de una investigación empírica sobre semejanzas y diferencias en el proceso inferencial clínico por parte de veintiocho psicoanalistas y psicoterapeutas cognitivos con más de veinte años y menos de diez años de experiencia que analizaron la misma primera sesión.  El nivel de experiencia de los psicoterapeutas se reflejó en la calidad y cantidad de inferencias formuladas: los psicoanalistas y terapeutas cognitivos de menor experiencia produjeron menor cantidad de inferencias que fueron más limitadas en perspectiva, más puntuales y menos elaboradas que las de sus colegas más experimentados cuyas inferencias tendieron a ser más integradas y complejas. La adhesión a un determinado marco teórico no se manifestó en la naturaleza de los indicadores seleccionados para construir inferencias; en cambio, sí se expresó en el enfoque y terminología empleada en su formulación.

 

En la vida cotidiana, o en contextos de cualquier orden, nuestra manera de conocer y explicarnos situaciones o hechos novedosos que se desvían de pautas habituales, descansa la producción de inferencias para la que recurrimos a nuestros conocimientos previos.

La comprensión del decir y accionar de otro en nuestro caso particular, de un paciente supone una función inferencial compleja que nos lleva “más allá de la información dada” (Bruner, 1957). Se trata de un proceso en el que hay involucrada más información que la que extraemos del comportamiento o del discurso emitido.

Para que se establezca un contexto de entendimiento mutuo que posibilite el trabajo psicoterapéutico es necesario que terapeuta y paciente no sólo compartan una misma lengua sino que suscriban, como señala Paicheler (1984), una similar "epistemología del sentido común".

El conocimiento asistemático del mundo que posibilita el intercambio, la comprensión y la previsibilidad de las conductas de otros se enriquece y perfecciona con saberes específicos sistemáticos.

El psicoterapeuta no sólo es tributario del modelo teórico que conscientemente subscribe, de las teorías oficiales a las que públicamente adhiere, sino que es también portador de un conjunto de teorías implícitas de la personalidad (Bruner y Taguri, 1954) y de teorías privadas preconcientes (Sandler, 1983). Estas teorías inciden sobre su escucha e imponen selectividad respecto a la naturaleza del material del paciente que privilegia y resalta, que guían y orientan la formulación de sus intervenciones, que tiñen las evidencias subjetivas que maneja cuando elabora sus hipótesis clínicas y co-construye con su paciente nuevas narrativas (Leibovich de Duarte, 1996 a, b, 2000).

El problema referido al tipo de datos que funcionan como posibles evidencias, sobre las que se basan nuestras convicciones y nuestros criterios técnico-clínicos, es complejo, no sólo por la diversidad de abordajes teóricos disponibles sino por los escasos niveles de consenso o acuerdo existente dentro de un mismo marco teórico.

El proceso inferencial clínico involucra la transformación de todo aquello que el terapeuta considera evidencia en el material del paciente y que ingresa como ingrediente relevante en la elaboración de sus hipótesis clínicas.

En la clínica no siempre es sencillo esclarecer cómo se vincula lo que se postula con los referentes en el material de las sesiones, ni cuáles son los criterios de evidencia sobre los cuales se basan los enunciados relacionales que nos planteamos, las hipótesis clínicas que formulamos.

En nuestra tarea clínica pretendemos dar respuesta a interrogantes referidos a qué le ocurre al paciente, a qué se debe lo que le ocurre y cómo contribuir a la curación o alivio de eso que le ocurre.

En función de este objetivo intentamos organizar los datos, los indicios que recogemos.  Así recurrimos a categorías, que son muchas veces sólo estructuras provisorias, pero que funcionan como parámetros ordenadores de nuestra comprensión clínica.

El manejo interpretativo de materiales clínicos no se sustenta en la aplicación de reglas mecánicas sino que descansa, fundamentalmente, en la habilidad del clínico para encontrar, integrar y explicar los que configura como indicios significativos.

No todos los terapeutas atienden selectivamente a los mismos datos, tampoco configuran las mismas unidades de significación ni entienden la teoría que comparten con otros del mismo modo.

El terapeuta intenta que sus hipótesis estén sustentadas por la reiteración de datos similares que las refuercen o por la convergencia de datos que les den coherencia. Busca corroborar sus conjeturas o se desvía hacia nuevas direcciones. Intenta establecer articulaciones de sentido, encontrar unidades de significado. Así mismo, atiende selectivamente a los momentos en que se rompe una continuidad narrativa, registra lo que emerge o irrumpe como diferente en el hilo narrativo del paciente.

El terapeuta, a veces, presta mayor atención a ciertos aspectos que rescata de los márgenes del relato y que en un momento anterior podían parecer irrelevantes, otras da relevancia a un encadenamiento asociativo recurrente. De este modo rastrea indicios, a veces pequeños, casi imperceptibles, a veces apenas registrados, o se detiene en el proceso de encontrar posibles relaciones entre diversas significaciones que comunicará, o no, a su paciente.

El marco teórico que el psicoterapeuta maneja y la experiencia clínica de la que dispone atraviesan, guían, enriquecen y refinan la percepción de atributos y características seleccionadas en el material clínico. A veces esa selección, opción y jerarquización está teñida por pre-conceptos o expectativas previas que pueden llevar al terapeuta “a encontrar”, por lo general sin percatarse y muchas veces sin un fundamento suficiente, lo que iba a buscar. Como señala Garb, (1998) "pueden ignorar datos que no apoyen sus hipótesis, pueden interpretar evidencia ambigua para apoyar dichas hipótesis y/o no considerar evidencia disponible cuando ésta aliente hipótesis alternativas" (pág.186).

Las inferencias de los terapeutas son el punto de partida sobre el cual se apoya la conformación de sus hipótesis.  El proceso inferencial puede ser caracterizado como una operación cognitivo-afectiva en la que se pone en juego un razonamiento de tipo abductivo en el que los enunciados son provisorios.

A pesar de su importancia son escasos las investigaciones sistemáticas que se ocupan de cómo los psicoterapeutas construyen sus inferencias clínicas, (Holt, 1988; Caspar, 1997). Varios estudios, algunos empíricos y otros teórico-clínicos se ocuparon del problema de cómo incide el marco referencial teórico en la labor clínica de terapeutas cognitivos y psicoanalíticos. (Pulver, 1987; Hunter, 1994; Hamilton, 1996; Jones & Poulos, 1993; Stuart Ablon, J. & Jones, E. 1998; Leibovich de Duarte, 2000; Leibovich de Duarte et al., 2001, 2002, 2003)

A continuación se presenta parte de una investigación empírica cuyo objetivo se centra en el estudio de las similitudes y diferencias en el proceso inferencial clínico de psicoterapeutas pertenecientes a diferentes líneas teóricas -psicoanalistas y psicoterapeutas cognitivos- y diferentes niveles de experiencia. 

Esta investigación es continuación de un estudio previo sobre el proceso inferencial en Psicoanálisis, en el que se estudiaron semejanzas y diferencias entre “dos grupos de psicoanalistas, los que se autorrotularon “psicoanalistas freudianos” y los que se autorrotularon “psicoanalistas lacanianos” (Leibovich de Duarte et al., 2001).

Este estudio se propone capturar de manera sistemática y con la mayor validez ecológica posible, los modos de trabajo de psicoterapeutas clínicos y aportar así un conocimiento mayor sobre la naturaleza del proceso inferencial clínico que pueda ser provechoso para acrecentar y enriquecer los recursos con los que contamos para el entrenamiento clínico de futuros psicoterapeutas.

 

PREGUNTAS QUE GUÍAN ESTA INVESTIGACIÓN

-         ¿Cómo piensan diferentes psicoterapeutas las producciones de sus pacientes?

-         ¿Hay relación entre las diferencias en el nivel de destreza clínica y las diferencias en los modos en que los/as psicoterapeutas tratan los datos clínicos y construyen sus inferencias clínicas?

-        ¿Hay relación entre las diferencias en orientación teórica y las diferencias en los modos en que los/as psicoterapeutas tratan los datos clínicos y construyen sus inferencia clínicas?

-         ¿Hay diferencias significativas entre los/as psicoterapeutas en el tiempo que transcurre entre el comienzo de la sesión y la formulación de su primera inferencia acerca del material del paciente?

MÉTODO

Participantes (1)

Tabla 1. Características de los participantes

 

Sr. Psic.

Jr. Psic.

Total Psic.

Sr. Cog.

Jr. Cog .

Total Cog.

N= 28

7

7

14

7

7

14

Género 

Femen.=20

3

5

8

6

6

12

Mascul.=8

4

2

6

1

1

2

Edad media

57

32.3

 

49

29.7

 

Experiencia media

29.6

7.7

 

23.1

6.5

 

Materiales

a) grabación de una sesión inicial de un tratamiento psicoterapéutico (la misma para todos los participantes) (2)

b) transcripción escrita de esa sesión.

c) entrevista semi- estructurada diseñada para obtener información adicional sobre el proceso inferencial de los participantes

La sesión que se utilizó fue seleccionada luego de exponerla a un grupo de psicoanalistas y terapeutas cognitivos (ajenos a la muestra que participó en esta investigación) a los que se les pidió que indicaran el marco teórico de la psicoterapeuta tratante. Este grupo coincidió en que no se podía concluir cuál era la orientación teórica de la psicoterapeuta tratante.
Procedimientos

Cada participante es entrevistado/a por separado

a) escucha la 1ª sesión grabada de una psicoterapia.

b) simultáneamente lee la transcripción.

c) subraya lo que le parece relevante.

d) detiene la cinta cada vez que tiene, en referencia al material, un indicio, una hipótesis, un comentario o una posible intervención y lo formula.

e) responde a las preguntas de la entrevista semi-estructurada.

Se garantizó a los participantes confidencialidad y anonimato.

RESULTADOS 

Texto subrayado 

Como ya señalé, se les solicitó a los psicoterapeutas participantes que, mientras escuchaban el audio de la sesión grabada, subrayaran todo aquello que consideraban relevante en el texto que tenían frente así que contenía la desgrabación textual de dicha sesión.  Se compararon los textos subrayados por los psicoanalistas y los psicoterapeutas cognitivos y se obtuvo una correlación (K tau= 0.49 P< .001) para comparar los parecidos en los subrayados. Este resultado muestra un nivel significativo de acuerdo entre los grupos.

 
Gráficos 1 y 2.  Renglones de la trascripción de la sesión subrayados por psicoanalistas y psicoterapeutas cognitivos


renglones


renglones

Los trazados en los  gráficos 1 y 2 muestran la correspondencia entre los segmentos de la transcripción que fueron subrayados por los 14 psicoanalistas y los 14 psicoterapeutas cognitivos.  

Temas subrayados

Un paso siguiente consistió en comparar cuáles fueron los temas más subrayados por los psicoanalistas y psicoterapeutas cognitivos tanto por aquellos con más años de experiencia como por los graduados más recientes. Para este fin el equipo de investigación elaboró una serie de categorías que remiten a los temas que surgieron en la sesión: familia, madre, padre, novio, relaciones interpersonales, imagen de sí, dependencia - autonomía, sufrimiento, incomodidad, necesidad de control, depresión y psicoterapia.

Los textos fueron analizados por un grupo de jueces independientes. Tres psicólogas clasificaron, de acuerdo con esas categorías los segmentos de texto subrayado. En los casos de desacuerdo se optó por consensuar las evaluaciones. 

Gráfico 3. Temas subrayados



El gráfico 3 indica que los temas más subrayados por los cuatro grupos de terapeutas fueron los referidos a las relaciones interpersonales y a la madre, seguidos por los referidos a la imagen de sí y el novio.


Tiempo transcurrido antes de la enunciación de la primera inferencia

El tiempo transcurrido- medido cronométricamente- desde el comienzo de la escucha de la sesión y el momento en que los participantes detuvieron la escucha para producir su primera inferencia fue muy breve.

 Gráfico 4. Tiempo transcurrido antes de la primera inferencia

Como se puede observar en el Gráfico 4, veintidós del total de veintiocho psicoterapeutas, independientemente de su marco teórico y nivel de experiencia, requirieron menos de 6 minutos para producir su primera inferencia; y de esos veintidós trece produjeron su primera inferencia en 2 minutos o menos. Los extremos fueron un terapeuta que requirió 15 minutos y tres otros que a los 30 segundos de comenzada la entrevista interrumpieron la escucha para producir su inferencia primera.

Se encontró una discrepancia entre el tiempo transcurrido antes de la enunciación de la primera inferencia, medido cronométricamente, y la percepción subjetiva del tiempo transcurrido. Se les pidió a seis psicoanalistas y a cuatro terapeutas cognitivos, que requirieron menos de 3 minutos para producir su primera inferencia, que estimaran cuánto tiempo había pasado desde el comienzo de la sesión y la producción de la primera inferencia. Sus impresiones subjetivas fueron que habían transcurrido alrededor de 10 minutos de la sesión antes de la enunciación de su primera inferencia.


Inferencias clínicas clasificadas por su contenido

Las inferencias clínicas fueron clasificadas teniendo en cuenta su contenido. Para tal fin se utilizaron una serie de categorías para clasificarlas. Las categorías fueron las mismas que se utilizaron en la investigación previamente mencionada en la que se compararon las inferencias producidas por psicoanalistas freudianos y lacanianos (Leibovich de Duarte, et. al., 2001).

Las inferencias clínicas fueron clasificadas, también, como simples o combinadas. Una inferencia fue clasificada como simple cuando sólo una de las categorías estaba involucrada en su formulación. Una inferencia fue clasificada como combinada cuando la inferencia contenía de manera relacionada dos o más categorías.

Jueces independientes, tres psicólogas, fueron entrenadas especialmente para esta tarea. La prueba Kappa (Cohen) fue calculado y arrojó un alto nivel de confiabilidad interjueces (K= .88).

A continuación se presentan las categorías que se utilizaron para el análisis del contenido de las inferencias formuladas por los cuatro grupos de terapeutas participantes.


CATEGORÍAS PARA EL ANÁLISIS DE INFERENCIAS CLÍNICAS SEGÚN SU CONTENIDO (5)

1. Inferencia vincular: alude a lo intersubjetivo, al modo de relacionarse del paciente con los otros, incluidos pares y familia.

2. Inferencia intrapsíquica: alude al mundo interno del paciente: sus fantasías y objetos internalizados. Incluye: conflictos, defensas, contenidos inconscientes, afectos, manejo de la angustia, posicionamiento subjetivo, aspectos yoicos y superyoicos.  Alude también al tipo de pensamiento, al sistema de creencias.

3. Inferencia referida a la situación familiar: alude la estructura, funcionamiento o clima del grupo familiar del paciente.

4. Inferencia etiológica: se busca dar cuenta del origen, causa o motivo de la situación psíquica actual del paciente.

5. Inferencia diagnóstica: se encuadran los síntomas o la problemática del paciente en una categoría diagnóstica.

6. Inferencia pronóstica: apreciaciones acerca del curso futuro del tratamiento, de la posible eficacia del tratamiento y de la situación del paciente de no iniciar un tratamiento. Incluye también las fantasías de curación del paciente.

7. Inferencia sobre la viabilidad del tratamiento: alude a la posibilidad de iniciar un tratamiento psicoterapéutico.  Incluye consideraciones acerca de la existencia o no de una demanda de tratamiento. Incluye motivación y / o disponibilidad del paciente para iniciar un tratamiento

8. Inferencia evolutiva: alude en general a la etapa del ciclo vital que atraviesa actualmente el paciente.  Explica situaciones presentes o pasadas en términos de su ubicación dentro del ciclo vital del paciente.

9. Inferencia acerca de la situación terapéutica:  incluye la relación con el terapeuta, el rol en el que el paciente ubica al terapeuta.  Incluye consideraciones ligadas a la transferencia y contratransferencia.

La cantidad de inferencias simples (una sola categoría) y combinadas por cada grupo de participantes está expresada en la Tabla 2.

  

Tabla 2. Cantidad de inferencias producidas

 

Senior

Psicoan.

Junior Psicoan.

Senior Cognit.

Junior

Cognit.

Total

Inferencias simples

53

72

52

88

265

Inferencias combinadas

25

49

27

96

197

Total

78

121

79

184

462


Los terapeutas participantes produjeron un total de 462 inferencias, tal como lo muestra la Tabla 2. De ese total 265 fueron inferencias simples y 197 combinadas. Los psicoanalistas seniors produjeron comparativamente muchas más inferencias tanto simples como combinadas- un total de 184.  Los psicoterapeutas cognitivos seniors produjeron una cantidad total inferior – 121- de inferencias simples y combinadas. Los psicoanalistas y cognitivos juniors formularon muchas menos inferencias tanto simples como combinadas un total de 79 y 78 respectivamente.

Gráfico 5. Inferencias simples


Tal como lo muestra el Gráfico 5 de las 265 inferencias simples producidas por los terapeutas participantes el 42% correspondió a la categoría referida a procesos intrapsíquicos, el 17% a la categoría relaciones interpersonales, el 13% a inferencias diagnósticas y el resto se distribuyó de manera irregular en las restantes 6 categorías. 

Los terapeutas formularon 197 inferencias combinadas compuestas por dos o más inferencias. Las combinaciones más frecuentes fueron de inferencias referidas a procesos intrapsíquicos combinadas con procesos interpersonales -55- con consideraciones diagnósticas -21- y con referencias a la situación familiar de la paciente -17-.

 

Consideraciones de los participantes acerca de la experiencia

Como ya indicamos en un trabajo anterior (Leibovich de Duarte et al, 2002) las respuestas dadas por los participantes durante la entrevista semi-estructurada son muy reveladoras de sus modos de trabajo.

a) 26 de los 28 participantes consideraron que sus inferencias clínicas fueron muy cercanas a los datos, no meras conjeturas.

b) 20 de los 28 terapeutas indicaron que la recurrencia de temas durante la sesión fue un importante punto de referencia para sus inferencias

c) En la opinión de 23 de los 28 terapeutas la experiencia con otros pacientes es importante al momento de producir sus inferencias.

d) El nivel de confianza en sus inferencias fue de 3 puntos o más en una escala tipo Likert de 5 puntos para todos los participantes.

e) Los participantes consideraron que el marco teórico al que suscriben influye en su atención selectiva de los datos y en la producción de sus inferencias.

 Aún cuando no abundan las consideraciones diagnósticas y pronósticas en las inferencias producidas (ver gráfico 5), el 71% de los terapeutas seniors expresaron que habían prestado mucha atención a aspectos diagnósticos y pronósticos.

CONCLUSIONES 

La naturaleza del texto subrayado

No se encontraron diferencias significativas en la naturaleza del texto de la sesión subrayado como relevante por los participantes procedentes de diferentes marcos teóricos –psicoanalistas y terapeutas cognitivos. 

Los temas referidos a las relaciones interpersonales y a la madre fueron los más subrayados en la sesión transcripta.

El tiempo transcurrido antes de la primera inferencia 

Ya Freud (1909) refiriéndose al caso del Hombre de las Ratas resaltó la importancia que poseen “las primerísimas comunicaciones o palabras introductorias”. Varios estudios empíricos muestran que los clínicos tienden, por lo general, a requerir escasos minutos para arribar a una decisión diagnóstica en una primera entrevista psiquiátrica o psicológica (Gauron & Dickinson, 1966, 1969; Sandifer, Hordern & Green, 1970; Kendell, 1973; Bourgeois & Rechoulet, 1992).

En la misma dirección se ubican los resultados obtenidos en este estudio en el que veintidós de los veintiocho terapeutas requirieron 4 minutos o menos para producir su primera inferencia. En el estudio previo que ya se mencionó (Leibovich de Duarte et al, 2001) y en el que se usó la misma sesión estímulo que el estudio actual, se obtuvieron resultados similares. De los 20 psicoanalistas que participaron de ese estudio, 18 requirieron menos de 7 minutos para formular su primera inferencia, incluidos 9 psicoanalistas que necesitaron menos de 2 minutos.

El contenido de las inferencias clínicas

Como muestran los resultados los participantes cognitivos y psicoanalistas produjeron en este estudio un total de 265 inferencias clínicas simples y 197 combinadas. Los psicoanalistas seniors y en menor medida los psicoterapeutas cognitivos seniors, produjeron en mayor número inferencias articuladas que los juniors.

Los psicoterapeutas seniors al articular sus inferencias simples fueron elaborando, con el transcurrir de la sesión, inferencias combinadas, más complejas. Su mayor nivel de experiencia aparece dando cuenta de su tendencia a establecer relaciones más significativas entre diversos contenidos que los terapeutas juniors. Los terapeutas juniors produjeron inferencias de alcance más limitado, menos elaboradas y menos integradas que sus colegas con más experiencia.

Si bien, el material subrayado por los terapeutas como relevante fue similar entre los terapeutas de distinto marco teórico, es muy interesante destacar que el contenido de las inferencias formuladas respondió claramente a los lineamientos teóricos de procedencia.

Es decir, los momentos elegidos como relevantes del relato del paciente fueron similares, pero su interpretación fue diferente. Es a partir de dicha interpretación que se le otorga un sentido al relato del paciente es allí donde el marco teórico interviene como una variable activa que provee un lenguaje específico y posibilita una configuración particular de la información que se procesa.

Dos transcripciones textuales de primeras inferencias producidas por terapeutas seniors de ambos marcos teóricos serán útiles para ejemplificar lo señalado en este trabajo.

Ejemplos

-Inferencia producida por una Psicoanalista senior al 1’40”.

“Primero me llama la atención, pararía la oreja a que es la tercera vez que hace entrevistas, y me pregunto qué pasó realmente con las 2 terapias anteriores, que es lo que esta chica no logra enganchar con los terapeutas como  para  ir, frustrarse, y ella sentir que necesita. Por la asociación que hace la primera idea que se me cruza es que de alguna manera ella debe poner a los terapeutas rápidamente, vale decir transferencialmente en el lugar de la madre, y entonces como le pasa con la madre, con la que parece que tiene todo un nudo bastante interesante, le da la razón pero se siente como forzada y que la desidentifican y entonces eso reciente el vínculo terapéutico. Por ahora también parece una chica de 19 años con todo este lío que tiene con la madre, el padre no apareció, me llama la atención, y lo que también anotaría es si es así como dice ella, hay un superyó muy sádico muy cruel que no le perdona una, esta chica tiene como una aspiración a la perfección y ante la frustración reacciona bastante catastróficamente contra ella misma. Y aparece como núcleo dominante la figura de la mamá, yo después me dejaría un espacio para explorar qué pasa con eso, y como hipótesis que me haría es si tiene hermanos, o no tiene hermanos, que pasa o qué pasó con los hermanos, esto que dice que se siente mejor o con menores o con mayores, una posibilidad es que haya un problema de competencia fraterna o que sea hija única, me gustaría explorar eso, me queda como duda esto, pero hasta ahora eso es lo que me haría pensar esta paciente”.

-Inferencia producida por una psicoterapeuta cognitiva senior al 1’20”

“Es la tercera vez que va a empezar una terapia, o sea que evidentemente hay dificultades para iniciar una terapia. Me parece que plantea una ambivalencia, lo necesito de un lado y otras deseo terrible de querer empezar, si pero no, no pero sí, no está decidida. Si me centro en los sistemas de creencia que es un poco lo que podemos apuntar desde lo cognitivo creo que hay dos creencias que están en discrepancia, por un lado cree que necesita y tiene ganas de empezar una terapia, y por otro lado cree que no necesita, y por lo tanto no tiene ganas de ir a una terapia. O sea hay dos sistemas de creencia con lo que siente, lo que piensa y lo que hace, las tres cosas vinculadas a necesitar y a no necesitar. Esta ambivalencia se repite con lo de la madre, exactamente igual. “No podría vivir sin ella” y después “quiero tener mi propia vida”, dice “con mi mamá a veces me pasa que tengo ganas de estar sola, hacer mis cosas, no depender de ella”, y en otro momento dice “no podría vivir sin ella”. Exactamente lo mismo respecto a al necesidad de terapia, una enorme ambivalencia. También desde el enfoque cognitivo uno lo que vería es un pensamiento muy dicotómico, muy extremista digamos, está “no podría vivir sin ella” y “mi propia vida”, la autonomía total”.

 

NOTAS

Esta investigación contó con el Subsidio UBACyT P051 otorgado por la Universidad de Buenos Aires

(1) Todos los participantes recibieron formación sistemática en centros de formación de reconocida trayectoria en la ciudad de Buenos Aires .

(2) Esta sesión inicial fue grabada con el consentimiento de la paciente y de la psicoterapeuta tratante que autorizaron su utilización en esta investigación.

 

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